Las
mujeres no son las únicas que pueden ejercer la profesión de estilismo, este es
un campo abierto para todo público.
Por Alicia Fermán
Tijeras, navajas, peines y cepillos de diferentes dimensiones, secadoras, planchas,
espejos, capas, cremas, tintes, acondicionadores para cabello, maquillaje y
demás productos de belleza, son los aliados y mejores amigos de un estilista.
Ser
estilista ya no es un oficio sino una profesión, y ésta es ejercida en gran
manera por el sexo masculino, quienes desde hace tiempo no solamente se dedican
cortar cabello, sino también a realizar peinados y maquillaje profesional.
La
estética tiene por objetivo la percepción de la belleza con la finalidad de
mejorar la apariencia personal, cada estilista cambia los looks, es decir, la
imagen de las personas.
Imagen
que a muchos les ayuda para elevar su autoestima, ya que en muchos casos esta
está por el suelo, es ahí donde en la mayoría de casos un estilista “hace de
las suyas”, y transforma totalmente en apariencia a una persona y ayuda
psicológicamente.
Las
tijeras, navajas, y peine, son parte fundamental para realizar un corte
excelente, dependiendo el tipo de rostro de cada persona, porque hay estilos
para rostros redondos, ovalados, largos y en estilo corazón; los estilistas
conocen que corte le va a cada quien.
Los
peinados van más allá porque se utiliza secadora, plancha, tenazas, pasadores,
ligas, spray, fijador para cabello, cera, entre otros productos, dependiendo el
tipo de peinado a realizar.
Cabe
mencionar que los peinados pueden ser desde muy sencillos hasta glamurosos y
exagerados, dependiendo cual sea la ocasión y el tipo de personalidad de los
clientes.
Además
de lo antes mencionado, están las sombras, rubor, rímel, lápiz labial, bases,
correctores, difuminadores, cremas hidratantes, polvos, delineadores y demás
productos cosméticos que sirven para transformar un rostro sin gracia en una
belleza.
En
algunos casos podemos mencionar los esmaltes, limas, acrílicos, entre otros productos
y herramientas con los que se trabajan los pies y manos, pues existen hombres
que también suelen trabajar en esta área.
En
nuestro país hay talento masculino en esta profesión, incluso, algunos con
reconocimiento no solo nacionalmente sino también en el ámbito internacional,
tal es el caso del joven estilista Jonathan Umaña, quien ha trabajado con
celebridades como Shakira, Lucero, Fany Lu, entre otros. También ha sido
estilista de Luciana Sandoval, Katya Carranza, y más.
Umaña
trabajó en un reconocido salón de belleza, pero luego optó por poner el suyo
propio, pues contaba con su talento y las herramientas necesarias para hacerlo.
Un
apartamento, en el segundo piso de uno de los edificios en una populosa colonia
del gran San Salvador, era la vivienda de Umaña, el cual modificó con pintura
de colores extravagantes en sus paredes, espejos de diversos tamaños,
llamativas decoraciones, entonces ya no era solamente su vivienda sino también
su lugar de trabajo.
La
lista de clientes era extensa, sus manos siempre estaban ocupadas en medio del
cabello de sus clientes, su personalidad única, con una sonrisa en su rostro,
se notaba que disfrutaba su trabajo. A sus clientes no les importaba esperar el
tiempo necesario para tomar su turno, algunos se iban, mientras les tocaba el
momento de sentarse en la silla donde podían relajarse y transformarse, al
regresar aún les tocaba esperar un poco más, sin embargo no les importaba pues
sabían que al final la espera valía la pena.
A
pesar de ser una colonia asechada por las pandillas, sus clientes no solamente
eran de ahí, sino también de otros lugares, incluso algunos viajaban de otros
departamentos solamente por un corte de cabello. Es importante mencionar que
Umaña también realiza trabajos a domicilio.
Hoy
en día, su negocio ha crecido en gran manera y ya no está ubicado en el lugar
antes mencionado sino en otra zona de la capital, además tiene su propio logo, página en Facebook, canal de YouTube y cuenta con más personal laborando a su
lado, el nombre que lleva su salón es Jonathan Umaña, cabe mencionar que los
lunes están en proceso de capacitación, pero atienden de las 4 de la tarde en
adelante.
Jonathan,
realiza cortes de cabello, tanto a mujeres como a hombres, asesora a sus
clientes, hace maquillaje profesional y artístico, realiza peinados para toda
ocasión, y como en todo lugar, cuenta con paquetes para sus clientes.
Este
joven es un ejemplo de cómo los hombres son capaces de crecer laboralmente en
el negocio del estilismo.
Empíricamente también puede ejercerse la cosmetología
Jonathan
Meléndez, es un joven estudiante de psicología en una universidad privada del
país, actualmente cursa su tercer año en dicha carrera, aunque su pasión es la
psicología, especialmente la infantil, también le gusta la cosmetología.
Nunca
ha estudiado para ser cosmetólogo, mucho menos para ser estilista, tampoco está
en sus planes hacerlo, sin embargo gana dinero haciendo cortes de cabello,
peinado y maquillaje.
¿Cómo
lo hace sin haber estudiado eso?, simplemente, mediante tutoriales en YouTube;
empezó a practicar en su grupo de amigos y algunos miembros de su familia, a
ellos gustaba lo que él hacía.
Al
principio él no cobraba por eso, simplemente ayudaba a sus amigas y familiares
a lucir bellas, de una forma gratuita, él era consiente que no había estudiado
eso por lo que, solamente se divertía con el cabello de su círculo social.
Pero
a medida “hicieron la bulla” de lo que él podía hacer, familiares de sus amigos
lo llamaban para que cortase su cabello, él entonces empezó a cobrar, un
pequeña cantidad, por el trabajo realizado.
Hoy
en día, tiene productos y herramientas de belleza para trabajar, lo hace a
domicilio pues no cuenta con un local establecido ni está en sus planes
tenerlo, simplemente encontró una forma de ganar dinero y ayudarse
solventemente para continuar su carrera de psicología.