martes, 9 de junio de 2015

Reinserción social

Cambiar el rumbo que lleva nuestra vida, depende de uno mismo

En el largo trayecto de la vida se toman malas decisiones, pero nunca es tarde para reincidirse al buen camino.


Por Alicia Fermán

La vida suele vivirse y visualizarse de diferentes perspectivas para cada ser humano, hay quienes cuentan con los recursos necesarios para salir adelante, una buena educación, valores inculcados desde su niñez en el hogar, una carrera universitaria, en fin, todo para saber cómo enfrentarse a ella, subsistir y salir adelante día con día.

Pero existen los que, por alguna razón, tomaron malas decisiones, ya sea porque crecieron sin tener en sus vidas a una persona que les inculcase lo antes mencionado, sin que alguien les instruyera, esos, quienes a lo mejor, crecieron sin un hogar, sin una familia, quienes, quizá, fueron abandonados y se criaron en la calle, por lo que tomaron el camino que les resulto más fácil.

En ellos vamos a enfocarnos, a quienes la sociedad margina y señala, esos seres humanos que por diversas razones, cada uno tiene una diferente, decidieron hacer lo “malo” y no lo “bueno”, y por tal razón están pagando una condena en alguna prisión del país.

Muchos de ellos inocentes, simplemente por estar en el lugar indebido a la hora incorrecta o con la persona equivocada, en fin, culpables o inocentes están ahí, tras unas rejas de hierro sólido, que les impide estar con los suyos, sus familias, sin tener nada más que hacer que acatar las órdenes dadas y buscar en ese lugar una manera en que invertir las 24 horas de cada día.

Pero dentro de un mundo lleno de dedos que los señalan y discriminan, personas que desean lo peor para cada uno de ellos; existen también seres humanos que quieren ser parte de un cambio radical en sus vidas o simplemente ayudar a generar el mismo.

Es por eso que en los diferentes centros penitenciarios del país se imparten talleres de reinserción social, para que cada privado de libertad pueda invertir su tiempo y aprenda un oficio, así en el momento de quedar en libertad cuente con una forma de subsistir.

Enel centro de readaptación para mujeres, ubicado en Ilopango, por ejemplo, se imparten diversos talleres para las internas, entre ellos uno  de cosmetología, al cual asisten varias de las privadas de libertad, para invertir sana y útilmente su tiempo.

Según algunas de las internas de ese centro penitenciario, asistir a estos talleres les ayuda para poder pasar a fase de confianza, es por tal razón que ellas deciden ser parte de ellos, porque además de aprender un oficio que les servirá de mucho, tanto dentro como fuera de ese lugar, reciben beneficios para reducir su condena.

De hecho, en el centro penitenciario, algunas de las internas, que ya finalizaron el taller de cosmetología, tiene un salón de belleza, hacen cortes, coloraciones, manicura y pedicura, trenzas de diferentes tipos, entre otras cosas; de esta manera ellas ganan dinero ahí adentro y subsisten, porque para ellas vivir en ese lugar no es fácil.

El taller de cosmetología es el que más afluencia de alumnas tiene, ya que a gran parte de las internas les gusta arreglarse, a pesar de que estén dentro y no haya nadie “especial” a quien lucirle, a ellas les gusta estar siempre bellas y ayudar a las demás a estar de igual manera.

Para las internas no es fácil tener un negocio dentro del penal, ya que para abastecerse con productos no es igual que afuera, en cualquier lugar, donde se va a un determinado establecimiento y uno mismo compra lo que necesita; ahí, para ellas, las cosas son totalmente diferentes, ellas deben enviar permisos para que las personas que lleguen a visitarlas les ingresen lo que necesitan, a veces no son aprobados todos los productos y además hay ciertas cantidades que se les permiten, no todo lo que ellas quieran.

Sin embargo ellas agradecen el esfuerzo de las personas que, de alguna manera, les ayudan a reincidirse por el buen camino, en especial a las personas que sin recibir un sueldo llegan a ese lugar y les imparten los talleres, ya que sin la ayuda de esos seres humanos ellas no sabrían que hacer para subsistir dentro la cárcel.

Además afirman que ahí adentro, cada quien decide si seguir llevando la vida que ha llevado hasta este día o si cambiar el rumbo de la misma, y agregan que no todas asisten a los talleres sino solamente quienes quieren reincidirse socialmente.

ACOES referente a la reinserción social

Marilyn Morales de Pineda, Presidenta de ACOES
Foto por: Emeli Santamaría


“La persona que desee realmente un cambio en su vida va hacer lo que sea para ser diferente”, expresó Marilyn Morales de Pineda, Presidenta de la Asociación de Cosmetólogas y Estilistas Salvadoreños (ACOES).

Según de Pineda, en la asociación se trata de ayudar a las personas que salen de un centro penitenciario, cuando estos llegan a ACOES para pedir esa ayuda, sin embargo e la mayoría de los casos es muy complicado pues casi siempre es solo por un tiempo y luego se desaparecen.

“Solamente son llamarada de tusa”, dijo Marilyn, agregó que cuando se desaparecen se les da seguimiento para animarlos e incitarlos a seguir adelante, pero cuando empiezan a drogarse, embriagarse, y más, dejan todo esto y por eso no terminan de formarse, aunque ya cuentan con lo básico.

Sin embargo existen quienes si terminan de formarse y al salir de una cárcel, donde han estado privadas de su libertad durante poco o mucho tiempo, afuera siguen formándose y algunas llegan a tener su propio salón de belleza.

Cabe mencionar que ACOES, no es un lugar para formarse como cosmetóloga, porque para eso existen academias, sino donde están asociados todos los profesionales en esta área y también para seguir ampliando su conocimiento.

Como Asociación, el gobierno en ningún momento les ha pedido que impartan talleres en los centro penitenciarios, pero algunas de los miembros lo han hecho de manera particular, simplemente para ayudar en la reinserción social.

El cambio depende de uno mismo, las demás personas solamente pueden ayudar, pero quien decide cambiar es la misma persona, en la vida no hay quien no se equivoque, pero si es bueno reincidirse al camino del bien y luchar por salir adelante.

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