Una
cosmetóloga o estilista debe permanecer en constante estudio, pues regularmente
nacen nuevas técnicas para ser aplicadas ya sea en el cabello, manos, pies,
rostro y cuerpo entero.
El
trabajo de un estilista o cosmetóloga no se basa en simplemente un corte de
cabello o un tinturado; estos profesionales de la belleza deben conocer qué
corte de cabello va de acuerdo al tipo de rostro, color de piel, y personalidad
de sus clientes, para así realizar un excelente trabajo y satisfacer a los
mismos.
Es
importante mencionar que estos profesionales se dividen en cuatro áreas, o
especialidades, las cuales son las siguientes: estilistas, maquillistas
profesionales, manicuristas y pedicuristas, y esteticistas. Existen quienes se
dedican solamente a una de estas áreas, pero también hay quienes ejercen todo,
dos o tres de cuatro.
Estos
profesionales, deciden si tener su propia sala de belleza o si trabajan en un
salón ya establecido; sus salarios varían de acuerdo al trabajo que realiza
cada quien, también a la cantidad de clientes que tienen por día y los precios
que han sido establecidos.
Cabe
mencionar que esta profesión no solamente es ejercida por mujeres sino también
por hombres; gran parte de los clientes prefieren que hombres realicen este
trabajo ya que estos realizan un trabajo más detallado y limpio.
Si
bien, no se puede dejar a un lado las herramientas y los productos cosméticos
que son indispensables para obtener un resultado deseado, tanto por el cliente
como por el estilista, el uso correcto de estos puede llegar hasta sorprender a
los clientes y elevar su autoestima, la cual es muy importante.
Un
estilista transforma lo bonito en lo bello, lo bueno en lo mejor, porque la
fealdad no existe, solamente hay que dar un toque de maquillaje, un corte de
cabello adecuado, manos y pies arreglados, y todo el entorno cambia para bien.
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